Masajes

Masaje prenatal. 

El embarazo es un proceso natural para el cuerpo de la mujer, y como parteras lo más importante es que podamos ayudar a la futura mamá  a darle la libertad a su cuerpo para la asimilación de ese proceso a nivel mental, físico y espiritual, para que así lo viva con la mejor calidad posible, ya que es el momento de la creación, de crear a conciencia un nuevo ser que se instala a través de nuestro cuerpo para tomar un nuevo rumbo y que depende de su estancia en el vientre, la formación, desarrollo, nutrición física, mental y emocional, con la que llegará a hacerle frente a una nueva realidad.

El masaje prenatal ofrece a la embarazada la forma de mejorar el funcionamiento del cuerpo para contribuir con la salud y comunicación directa con su bebé, en la medida en que la futura madre considere la relajación muscular y de áreas especiales durante este proceso, la estimulación de la circulación sanguínea y de líquidos aumenta las probabilidades de pasar el embarazo de manera más estable y reconfortante.

El poder del tacto es ilimitado. En el caso de mujeres embarazadas, se ha demostrado que aquellas que reciben masajes disfrutan más del período de gestación, tienen un parto más fácil y su recuperación posparto también mejora. Otros beneficios potenciales que pueden aportar los masajes a las mujeres embarazadas son la reducción de los dolores de espalda, de la rigidez en el cuello y de los calambres en las piernas. Además, durante el embarazo, el masaje reduce el estrés en las articulaciones que soportan peso, estimula la circulación sanguínea y linfática, ayuda a la relajación, a dormir mejor, y puede incluso aliviar la depresión o la ansiedad causada por los cambios hormonales.

Masaje para favorecer la fertilidad.

El masaje para favorecer la fertilidad proviene de la cultura maya que lleva el mismo nombre (masaje maya).

Nuestro útero es nuestro centro, nuestro otro cerebro, el de la voz interior que siempre nos dice qué hacer y qué dejar de hacer. Lástima que nunca lo escuchemos. Pero el útero es también el nido donde queremos que crezca y se sienta bien nuestro bebé. ¿Te sentirías bien en un entorno frío, sin cariño, donde no te creas bien acogida? No, ¿verdad? Por eso es importante que tengas esa conexión con tu útero, el masaje maya proporciona calor a tu cuerpo en especial a la matriz ya que a veces uno de los problemas de la infertilidad es la frialdad del vientre.

Según las parteras y curanderos mayas, algunos de los problemas reproductivos de las mujeres pueden ser el resultado de una mala posición del útero a causa de un accidente o una caída, por una práctica deportiva inadecuada, por una debilitamiento de los ligamentos que lo sostienen a causa del embarazo o el parto, o por algo tan sencillo como utilizar tacones muy altos, que cambia la posición de la pelvis y también de todos los órganos en su interior. Los órganos reproductivos fuera de lugar pueden obstruir el flujo sanguíneo y linfático y poner presión en el sistema nervioso, debilitando el equilibrio físico del área abdominal.

El masaje maya se usa para ayudar a guiar al útero a su posición original, aliviando así los síntomas que acompañan este problema, tanto físico como emocional. Una vez que el útero está en la posición correcta, todo el cuerpo y especialmente el área de nuestro centro y la pelvis encuentran su equilibrio natural, se regula el flujo sanguíneo y linfático lo cual ayuda a la eliminación de toxinas, mejorando así el equilibrio hormonal, la firmeza de los tejidos y el funcionamiento de los órganos.

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