Trabajo de parto
Si has elegido un parto domiciliario previo a la fecha probable del nacimiento, te visitamos en casa. Hablamos extensamente sobre cuándo llamarnos y qué tener previsto para el parto y firmar una carta de consentimiento.
El día (o la noche) que nos avisas que inicia tu trabajo de parto nos aproximamos para valorar cómo te encuentras y monitorear el estado de tu bebé. Si encontramos que el proceso ya está en una etapa activa nos quedamos. Si no, hacemos las visitas o llamadas necesarias para darte seguimiento, si es que aún la labor se encuentra en su etapa de inicio. La exploración vaginal sólo se te realiza si o deseas.
Si has decidido parir en tu casa, en donde cuentas con libertad y confianza plena, respetamos y apoyamos lo que tu cuerpo te pide: movimientos, posturas, uso del agua (en tina o regadera), vocalización e ingestión de alimentos y bebidas según tu gusto. Pero sobre todo respetamos los tiempos que bebé y tú, necesitan.




La observación y monitoreo del bienestar de ambos, mamá y bebé, es lo que nos va dando la pauta de una espera segura con el tiempo que cada etapa necesita. Valoramos mucho el acompañamiento y apoyo de tu pareja o alguien de tu confianza.
Periodo expulsivo
Recibimos al bebé en la posición en que tu cuerpo te va indicando que es mejor. Llevamos una silla de partos para el caso en que esta posición te ayude.
Tratamos de guardar silencio y no apresurar este proceso para favorecer que sea un pujo espontáneo el que haga nacer al bebé. La partera protege tu periné con la ayuda de fomentos tibios que ayudan a aliviar la sensación de estiramiento de la vulva. Monitorear el corazón del bebé en esta etapa es muy importante para verificar su bienestar.
Nacimiento
Una vez que nace bebé y tú sientes todo ese caudal de emoción, le das la bienvenida. Es un momento sagrado este primer contacto contigo y con papá.








Las primeras evaluaciones, el Apgar y el Silverman, pueden ser realizados sin tener que separarlos. Acercamos las mantitas tibias para secarlo y evitar que se enfríe. El cordón sigue latiendo y muy probablemente lo pinzaremos hasta que la placenta haya salido.
La liberación de las hormonas que favorecen el proceso del parto a su máximo potencial, dará ahora lugar a la salida de la placenta. Observamos los signos que nos hablan sobre su desprendimiento y descenso. Mientras tanto, bebé sobre tu pecho y haciendo uso de sus sentidos observa, curiosea y puede arrastrarse y descubrir el pezón que espontáneamente succionará o, simplemente gozará del contacto piel con piel contigo.
Evaluación del recién nacido
Continuamos observando a bebé todo el tiempo: que conserve una buena temperatura, su respiración, buen tono y color de la piel. Dos horas después, en la misma cama para no separarlos, se hace la evaluación fisica completa del recién nacido y la estimación de su edad gestacional según los parámetros de Capurro.
Nacimiento de Simón
Cuándo hay que trasladarse al hospital y los casos de cesárea:
En pocos casos, cuando por alguna razón el trabajo de parto se detiene y durante un buen rato ya no progresa o si alguno de los dos, mamá o bebé, se encuentra ya cansado, recurrimos a ayudarnos de médicos especialistas. Esto requiere de trasladarte al hospital elegido y, si después de un tiempo razonable no se da evolución del parto vaginal, se procede a una cesárea.
En esta circunstancia la partera puede recibir a tu bebé, dándole la bienvenida que necesita y tratándolo con cuidado y respeto.
Evitamos pinzar y cortar el cordón umbilical de inmediato pues sabemos los beneficios que al recién nacido aporta la sangre que le llega por el cordón, y también favorecemos un contacto cercano inmediato contigo. Si este contacto no es posible, papá lo sostendrá hasta que habiendo terminado la operación se encuentren en su habitación.